A pesar de que las empresas hoy en día han incorporado a la RSE como un área propia dentro de las mismas, y a la cual se le presta mucha importancia, en algunos casos estas acciones no son utilizadas con el mismo fin para el cual fue creada, que es atender las demandas sociales relacionadas con: derechos humanos, acceso a la justicia, educación, salud, medio ambiente, mejora en la calidad de productos, y de esta manera crear una conciencia social en sus colaboradores y la comunidad.

En este punto, es en donde surge la interrogante de si el área de RSE dentro de las
empresas es utilizada para crear estrategias de vigencia a largo plazo, con el fin de incorporar acciones de RSE simplemente como una forma de competencia entre las organizaciones, o si realmente son utilizadas para generar socialmente cambios éticos, morales y ambientales.

Se podría responder, que en la actualidad son más las empresas que utilizan la RSE para generar un beneficio propio mostrando sus acciones a través de la cierto tipo de publicidad, pero olvidándose de su fin original, así como también, de que la publicidad ofrece grandes beneficios si se la utiliza en forma responsable, ya que en caso de no hacerlo, se arriesga un valor fundamental de las empresas, como es la confianza por parte del público, ya que esta puede romperse siendo luego muy difícil y costoso revertirlo, por lo que es mejor evitarlo.

Finalmente, ante la exigencia de la sociedad por la resolución de ciertas problemáticas, es necesario que las entidades del estado y las empresas se complementen, realicen un esfuerzo coordinado para incentivar un mejor desempeño social y ambiental, ya que si la publicidad tiene el poder y la capacidad de dar identidad a los consumidores, así como es el vehículo generador de una verdadera conciencia de consumo social; la publicidad debe ser planteada como estrategia vital dentro de RSE para que la comunicación sea eficiente y efectiva, pero siempre teniendo claro que tenemos que ser responsables y sensatos sobre las percepciones que creamos, evaluando todo lo que incitan nuestras comunicaciones.

Si una empresa se esfuerza en desarrollar políticas de RSE, la publicidad también las debe acompañar como una estrategia impulsora, y esta, ser socialmente responsable y ético, fomentando igualmente un consumo sensato, sin perder la visión social que es la principal, manteniendo armonía con objetivos comerciales, de marketing, a pesar de no ser ellos en este caso los prioritarios.